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domingo, 8 de marzo de 2009

una historia;)

Muy wenas! despúes de tanto tiempo hoy actualizo con un fragmento de historia que escribí a finales de este verano, el caso es que ahí dejé la historia pero puede que algún día la continúe;):


Caminaba apurada, con premura, algo parecido a un grave presentimiento la asaltaba constantemente , como si tuviera la sensación de que alguien la perseguía. Ni siquiera se había detenido a estudiar la cara de aquel hombre pasado de copas que la había observado desde la puerta de un antro, de aspecto adusto y mirada osada que la había asustado soltándole algún improperio en su lengua natal extranjera con los dientes sucios , la voz quebraba y el aliento oliendo a tabaco negro y a alcohol.
Como posiblemente había visto en ella un pasatiempo más excitante que el alcohol y la compañía de mujeres “ instruidas en la calle ,había dado unos pasos en su dirección , pero por fortuna, su precario equilibrio a causa de su batalla etílica le había impedido avanzar mucho. Aún así, Carolina había echado a andar deprisa, tratando de alejarse lo máximo posible no exactamente de él, si no de otro peligro que la acechaba y que tenía la sensación de que podía avasallarla en cualquier momento.

Casi sin aliento al doblar la esquina, se arrebujó en su oscura gabardina , bien para protegerse del frío, bien para disimular su presencia y pasar inadvertida ante su perseguidor. Bajo sus zapatos, los charcos estallaban y la empapaban con gotas gélidas que la calaban hasta los huesos. Exhaló un suspiro de agotamiento a causa de la carrera, y sólo después de asegurar que nadie iba tras ella, se detuvo junto al escaparate de una tienda humedecido de vaho y ,apoyando la espalda sobre el cristal, se encendió un cigarrillo y se lo llevó a los labios, todavía con el instinto de supervivencia palpitando en ella henchido de urgencia y un alocado ritmo en los latidos acuciantes de su corazón.

Mientras protegía el mechero del viento con la mano dirigió una mirada ansiosa a su alrededor. Se relajó al no atisbar rastro del hombre borracho ni de aquello que la hostigaba todo el tiempo, pero no obstante permaneció cautelosa y en tensión, como un animal acorralado que presiente el peligro y se prepara para enfrentarlo. Permaneció allí durante un tiempo indefinido, tiritando y disparando miradas inquietas a su alrededor; se preguntaba como no siendo una persona miedosa o asustadiza , de repente tenía la impresión de estar en medio de una pesadilla. Sacudió la cabeza, en un intento desesperado de olvidar y se rió de sí misma.
- "Vamos, vamos , te estás volviendo paranoica" se dijo; pero lo cierto es que ese pensamiento no le infundió valor.
Súbitamente, el cartel que prendía sobre o su cabeza, y que anunciaba la tienda , una basta tabla de madera sostenida por dos cadenas que rezaba” anticuario”, con grandes letras doradas , chirrió zarandeado por el viento. La puerta se entreabrió y de ella surgió el rostro de un pintoresco anciano de rostro apergaminado y mirada astuta y sagaz.
-¿Desea algo? –preguntó amablemente el hombre. Tenía una voz curiosa, sonaba aguda e inquisitiva.
Carolina , que había dado un respingo se había entonces percatado de su situación y sintiéndose algo violenta y absurdamente ignorante trató de dar una excusa plausible que explicase su presencia prolongada cuando estaba claro que lo que la había llevado a refugiarse allí no era el interés por las antigüedades.
-Por favor, discúlpeme, sólo estaba…encendiéndome un cigarro-Se encogió de hombros simulando un ademán de despreocupación y alzó la mano en la que seguía prendida su cigarro, lo dejó caer y se apresuró a pisarlo para apagarlo-Luego atendía a una llamada importante y se me fue el santo al cielo-de sus labios salió una sonrisa casi forzada, urgente.
-Oh, no se preocupe-el hombre hizo un gesto de displicencia con la mano, como quitándole hierro al asunto, aunque su mirada escrutadora e intensa indicaba que no creía ninguna de sus palabras.-Pero si quiere un consejo, no debería caminar sola por estas calles en un día como éste, los peligros que pueden acecharla son tan inminentes que hasta mis viejos trastos los presienten-El hombre le dedicó una sonrisa desconcertante, ya que lejos de parecer amenazadora o perversa,resultaba extrañamente indulgente, como si estuviese advirtiéndole a una niña las consecuencias que puede tener un acto de desobediencia inofensivo, como salir ligero de ropa una noche de invierno o soltar la mano de su madre en una calle atestada de gente.
-Gracias por el consejo y por su amabilidad, señor-Carolina, cada vez más desconcertada y temerosa, se esforzaba por no parecerlo y su voz sonó gélida y casi altiva, más que cortés.
-No se preocupe y si alguna vez desea darle un toque clásico o exótico a su casa…no dude en pasar por aquí.-La despidió con otra encantadora e incomprensible sonrisa. Alzó la mirada hacia el cielo lluvioso y con voz profética anunció:
-Qué los ángeles velen por ti, muchacha, ya que hoy vas a necesitarlo. Y , tras estas ilógicas palabras, cerró la puerta , interponiendo su cristal preñado de niebla entre su rostro y el de Carolina.
-Hasta pronto, señor-pudo murmurar ella ante una indiferente puerta sobre la que colgaba el cartel de “ cerrado”.





...y con esto me despido, un saludo a todos!
hoy se cumplen tres meses desde que iluminas mis momentos oscuros, y espero que así se vayan sucediendo muchos más, te quiero!(L)
Un besazo, Raúl!;)
Saludos, gente!



Cora.

4 comentarios:

  1. Sorpresa!!!! sí, ajá, lo que ves... tengo blog en blogguer!! debido a mi genial cabecita (HH) he sabido arreglarmelas sin problemas jee. pásate!!! un besazo, te quiero! (L)

    Cri$

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  2. por cierto coris, fascinante la entrada, el texto me ha suscitado una intriga y curiosidad insaciables... espero que me desveles la continuación!!!
    te quiero! (L)

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  3. Hola chica, vaya, me ha encantado la entrada, esperaré impaciente que me pongas la 2ª parte, jeje.
    Me alegra que haya alguién en tu vida iluminándote, jeje.
    Un beso!!

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  4. Me ha gustado cora!, me encanta el vocabulario que usas, (o usabas, ke ahora tienes 15!)

    A ver si pones mas! Besos!

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